La última imagen de Zemos98

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La primera vez que Zemos98 se cruzó en serio en nuestro camino fue con su festival dedicado a la educación expandida. Profundizamos en la relación en la edición dedicada a los microbios. Y nuestras vidas han sido una, entrelazadas en CopyLove. Ahora, mientras ellas se medio ahogan y nosotras seguimos medio en coma, tenemos el macabro honor de hacer la imagen del que va a ser el último festival, dedicado a cuidar de la ciudad reclamando los commons.

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Y es que, dar vueltas y ser atravesadas por la idea de procomún, es algo que ha unido los caminos de Zemos98 y ColaBoraBora. Desde la consciencia de que para reclamar los comunes hay que empezar por reconocerlos. Y que para cuidar de la ciudad hay que empezar por reconocernos. Como ciudadanas, como esclavos, como agentes infectados, que quizá en si mismos encierran la vacuna, como personas desorientadas, que quizá cada vez lo tienen más claro, o/y como seres vulnerables e interdependientes. Nos toca habitar las contradicciones, merodear entre significados dados, hackear lo que nos queda, abandonar el binarismo del O y jugar a crear nuevas subjetividades desde el Y. Pero también, saber que parecido no es lo mismo.

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Por eso, como imagen del 17 Festival Zemos98 hemos propuesto pequeños geroglíficos polisémicos, figurativos Test de Roschard, juegos de las diferencias, parejas y paradojas, que puedan servir de entrenamiento para moverse por las ruinas del capitalismo cognitivo, encontrando la última fiesta, buscando la salida de emergencia, hayando la forma de vivir en comunidad.

17zemos98_MANZANAS_webEntender que lo que crees que te protege puede ser la mayor amenaza, que hay que devolver los cascos y sacar los pies del tiesto. Saber que bajo el adoquín está la huerta, que un ladrillo puede ser un arma arrojadiza, que somos afectadas por la hipoteca, intentando reverdecer entre las grietas de la burbuja inmobiliaria. Morder la fruta prohibida, la multinacional que nos sigue seduciendo con sus piezas más brillantes y su cadena de adn modificado o/y el particular fruto de un determinado contexto. Saber que no hay reglas que valgan, si no queda espacio para la creatividad, para imaginar nuevas posibilidades. Encontrarnos al pingüino y la rata en el patio trasero, descongelando el cadaver del tio Walt para poder devorarlo. Construir la posibilidad desde el optimismo o/y el pesimismo, nihilismo o/y posibilismo, aprovechando lo que queda o/y añorando lo que falta. Y preguntarnos finalmente ¿pero la botella… llena de qué?

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¡Nos vemos en Sevilla!