La semana pasada estuvimos en la Jornada Sobre Economía Abierta, organizada por el MIK S.Coop. y la gente de Consultoría Artesana en Red, presentando ColaBoraBora. Este texto sirve para centrar nuestros planteamientos:
Uno de los objetivos de ColaBoraBora es generar una economía sostenible para el propio proyecto, que a su vez sirva como prototipo de una economía del procomún. La economía entendida como la gestión eficaz y sostenible de los recursos, como medio y no como fin, como instrumento no excluyente, no especulativo, para contribuir de un modo justo a la mejora de la calidad de vida de las personas y de su entorno social. Partiendo de esta idea de economía, podemos adjetivarla, como es el caso de la “economía abierta”.
Pero debemos ser conscientes de que este modelo de economía resulta utópico o poco coincidente con la realidad imperante (aunque con el deseo y el trabajo tratemos de avanzar hacia él). Así, cuando hablamos de “abierta” en el contexto actual ¿Nos referimos a un modelo que tiende al libertarismo comunitarista o que fortalece el neoliberalismo capitalista? ¿Es el dominio público una forma avanzada del libre mercado al servicio de quienes pueden sacarle rentabilidad? ¿Son las licencias intermedias una forma de conservadurismo moralista de quienes no se permiten ser verdaderamente libres? ¿Son posibles modelos económicos intermedios o en transición relacionados con el procomún dentro de la economía de mercado? ¿Para que la economía abierta tienda al procomún -y no sea más que una nueva herramienta del capitalismo-, no es necesario que el objetivo sea el cambio real de paradigma social y cultural? ¿…?
Debemos preguntarnos, si no a quién interesa, si cuales son los intereses, quién saca partido de tanta apertura, tanta creatividad, tanta sostenibilidad… Si hay algo más allá de un nuevo modelo de negocio o de un intento de refundar el capitalismo desde sus fisuras y periferias. Son preguntas incómodas que quizá sea mejor no hacerse. Pero sólo formulándolas y trabajando desde las contradicciones, quizá en algún momento seamos capaces de encontrar respuestas distintas. De eso trata verdaderamente ColaBoraBora.
