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Lejos de estar pensando en el aparente prometedor camino de la internacionalización bajo el paraguas de un partner italiano, que quien sabe, hemos aprovechado la visita de Elena Rosani, una italiana de Pádova trabajadora de Fiare Banca Ética y ubicada ahora en Bilbao activando la expansión de Fiare en el Estado, para compartir su visión acerca de que es ColaBoraBora, qué hacemos, quiénes somos y cual es el valor que aportamos.

“Como una chispa de innovación, como abrir el objetivo gran angular, como una bocanada de aire fresco, eso es el trabajo y el valor de Colaborabora” es la frase con la que comienza Elena su pequeño report después de nuestra conversación. “Un equipo multidisciplinar constituido por cinco personas creativas que se ocupan de acompañar los procesos de puesta en marcha o de desarrollo de proyectos facilitando las rutas participativas. Organizan sesiones prácticas, investigan los flujos relacionales, proponen metodologías y utilizan la creatividad como herramienta para salir de lo estrictamente comercial, convencional e individual, utilizándolo por el contrario para fomentar nuevas ideas hacia la innovación y el interés colectivo. Desarrollan proyectos propios y trabajan con una diversidad de organizaciones público y privadas . Críticos con el sistema socio económico actual, intentan buscar otro modelo de economía. Ellos mismos están organizados en una cooperativa cuyos valores son precisamente el mutualismo, la solidaridad y la democracia.” No está nada mal teniendo en cuenta el esfuerzo de Elena de traducir todos los términos en su lengua no natal.

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Elena Rosani y Rosa Fernández en Wikitoki

Llega el momento de definir la situación actual y cómo estamos navegando en esta deriva de “coma” o “transición” en la que nos encontramos, “… me comenta que después de 4 años de actividad la cooperativa necesita sobre todo enfocar lo que hace, necesita traducir sus impulsos ideológicos como el “procomún”, el “conocimiento abierto”, el “i+d” (investigación más desarrollo) en propuestas concretas para el mercado, en forma de servicios. En mi opinión los principios y directivas de Colaborabora son muy importantes, valientes y dan mucha ilusión para poder crear una sociedad mejor pero sí que comparto la necesidad de concretar más sus servicios porque sólo a través de la sencillez del “qué” y a “qué precio” pueden acceder a más público e incidir más en la sociedad.” Essatamente! hace unos meses ya apuntamos media docena de medidas para tratar de salir del coma: afinar más, mutualismo y agenciamiento, inversión con retorno social, nueva institucionalidad, localizarnos / conectarnos y desparasitarnos. Cambios hacia adentro y hacia nosotras mismas, continuando con el proceso para definir mejor los servicios, viendo en qué podemos ser útiles y cómo contribuir a atender las necesidades de distintos agentes en diversos contextos. Aterrizando casos y agentes concretos con los que intuimos podemos constituir un buen tándem, como Fiare u otras organizaciones de la economía solidaria con quienes formamos red, que probablemente compartan esta pregunta que muchas veces nos hacemos ¿Cómo se sostiene la defensa contra el Capitalismo a la vez que se impulsa un proyecto de (h)amor internacionalista?.

Y es que bien sea de forma sutil, diseñando un nuevo dossier o una nueva web para contarte y que otras entiendan mejor lo que haces, bien de manera integral a través de un proceso interno, estamos en la urgencia de la redefinición de nuevos modelos productivos y de vida transformadores de este atrofiado sistema. Haciendo un remix de conceptos, significados y valores alrededor del movimiento cooperativo, la empresa política, empresa colectiva, empresa del procomún, la economía del bien común, la economía colaborativa, etc. Ponerlos en valor. Es aquí donde nosotras encontramos el sentido de ColaBoraBora, definiendo y pensando más en la idea de un híbrido, de diversificación, basando la sostenibilidad no tanto en las economías de escala de una empresa de servicios al uso pero si en esa idea de “paquetizar” que permita mantenerse a flote al menos durante algún tiempo y posibilite la innovación sobre el propio proceso particular que no sobre nuevos servicios adhoc. Aunque eso si, no sin antes después de haber identificado el propio valor de la organización y las maneras genuinas de la misma y de todas y cada una de las personas del equipo,  aireando y visualizando los potenciales y esencias que hacen ser lo que se es.

En ese camino estamos y ya veremos a dónde llegamos, así que ponernos en modo escucha activa cuando tenemos oportunidades como esta siempre nos da señales y nos hace re-situarnos. Y está claro que “hablando se entiende la gente” porque Elena además de comprender qué hacemos y a que nos dedicamos se animó a escribir estos comentarios como un ejercicio de perfeccionamiento de sus clases de castellano junto a su acompañante Irene Ojeda, quien también está definiendo un nuevo modelo experimental de enseñar idiomas.