El pasado 14 de noviembre estuvimos en Tabakalera participando en el prólogo del laboratorio sobre ESFERA PÚBLICA que están poniendo en marcha desde consonni, para proponer puntos de vista y amplias miradas al arte público y la ciudad como escenario de experimentación e investigación interdisciplinar… de vida al fin y al cabo.
Hicimos una presentación en pizarra, tratando de desarrollar una especie de teoría entre la geometría, la sociología y la biología, más especulativa que rigurosa, que sobre todo quiso ser una aproximación sencilla y propositiva al tema. Aquí la compartimos de forma esquemática.
Esfera (desambiguación)
La palabra esfera tiene varias acepciones, todas ellas relacionadas de algún modo con la idea de CONTROL. La esfera en relojería, que se encuentra bajo las manecillas y en la que se representa el sistema de medición del tiempo. La esfera de influencia, un concepto político, que determina un área o región en la que una organización o estado ejercen cierta clase de indirecta DOMINACIÓN -en relación a todo aquello sobre lo que lo público tiene control o supremacía-, cultural, económica, militar o política. O la idea de esfera pública (refiriéndose en muchas ocasiones de manera sesgada sólo al espacio -físico o digital-, pero además a toda otra serie de bienes y recursos, conocimientos, relaciones…), también llamada dominio público; lo no privado o lo común, tanto desde una perspectiva anarco comunitarista de dar lo mejor de una misma y recibir lo que cada una necesita, como de una visión neoliberal de libre disposición desregularizada, sin interdependencias ni compromisos.
Un poco de geometría
Pero probablemente lo primero que se nos viene a la mente al pensar en esfera sea su significado en geometría y desde ahí vamos a articular esta teoría. Una ESFERA es un cuerpo sólido limitado por una superficie curva cuyos puntos equidistan de otro interior llamado CENTRO de la esfera.
Así, la esfera surge de un punto central relacionado con otra serie de puntos EQUIDISTANTES a ese centro, que dibujan una curva (y conforman un plano), que se revoluciona en torno a una RECTA DIRECTRIZ y su parte interior se denomina BOLA CERRADA. La esfera es una figura perfecta, sin aristas, ni conflictos, ni anomalías. Un espacio sometido al centro, en el que la REVOLUCIÓN deja claro su significado habitual, que no es el de proceso de transformación, sino el de repetición acelerada de una misma cosa.
Tipos de esfera
Dependiendo de la forma en la que la materia y el espacio de la esfera se organizan, encontramos distintas esferas, según el tipo de retícula, del nivel de pureza o mezcla, de malebilidad… podemos pensar por ejemplo en:
- Harri esferikoa: una pesada bola de piedra que se utiliza en el deporte rural vasco y suele girarse alrededor de la cabeza.
- Balón medicinal: utilizado para hacer ejercicios de rehabilitación y el entrenamiento de fuerza.
- Balón de reglamento: utilizado en distintos deportes, con distintas características en cada caso, de carácter disciplinar (fútbol, tenis, golf…).
- Globo: no es una esfera, tiende a lo ovalado, de dimensiones variables, no es rígido sino altamente resiliente, ligero pero frágil.
- Bola de plastilina: irregular, dúctil, fácilmente mezclable (no así el deshacer la mezcla), propicia para jugar e imaginar.
Relación entre hemisferios
La esfera se divide normalmente en dos hemisferios. En el caso que nos ocupa: el público (relacionado actualmente con lo estatal y administrativo) y el privado (relacionado con lo individual, con lo personal, lo particular e íntimo). Lo común puede ser una manera no estatalista de entender el hemisferio público o un nuevo entorno de relaciones mutualistas no-hegemonías más allá de lo público y lo privado.
De la esfera a la red
La parte exterior de la esfera, la superficial y pública se organiza mediante paralelos y meridianos que conforman cuadrículas. Esa cuadrícula está formada por una multitud de nodos que dibujan trama, una red. Una red que podría ser esa que sirve para guardar la pelota. Una red que puede acoger distintos contenidos, adoptar distintas formas, proponer diversas relaciones abiertas, descentralizadas, distribuidas y multidireccionales, y niveles de (des)articulación e (inter)dependencia entre nodos.
¡¡No a la esfera!!
Por eso proponemos ir contra la esfera como espacio de relaciones de dominación y sometimiento, normativo y centralizado. Pensar más en ecosistemas en red, en infraestructuras emergentes, en relaciones simbióticas, en organismos sencillos pero complejos como el Physarum Polycephalum. Crecer-decrecer-crecer-decrecer, acometer retos concretos, mantener los afectos como común denominador. Pensar en modelos como las comunidades de práctica, los grupos de afinidad, o las zonas autónomas temporales (TAZ).
HACKEAR LA ESFERA
DEFORMARLA
JUGARLA
VIVIRLA