Sobre cultura política pública sobre cultura

Por @Ricardo_AMASTE

El próximo 2 de julio me han invitado a hablar sobre cultura y ciudadanía en Publikoa. Publikoa es un foro de debate en el que reflexionar sobre lo público, con un marcado carácter socialista, tratando de abrir juego hacia los laterales y posiciones más críticas y outsiders. Yo acudo con mi raca-raca de siempre intentando que cale y afecte. Esta vez se trata de hablar transversalmente de cómo hacer política, de políticas públicas y de políticas culturales.

Aquí va mi presentación:
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Politica cultural P2P
from ColaBoraBora

Lo primero será tocar la tecla del urgente y necesario cambio de modelo: de las estructuras verticales y centralizadas a las más horizontales, descentralizadas, distribuidas y rizomáticas. El procomún, el conocimiento y la cultura libre, el código abierto y las dinámicas P2P (Persona a Persona). Un caldo de cultivo del que están emergiendo nuevos modelos relacionales y económicos, nuevas formas de organización, producción, distribución y consumo. Un terreno abonado para prácticas culturales que se sitúan en los márgenes y las fisuras o fomentan la transdisciplinaridad, promoviendo la innovación y transformación en las propias prácticas artísticas y culturales y/o abriendo vías hacia otros ámbitos como la innovación social, el desarrollo comunitario, la educación, las industrias, la sostenibilidad, la salud, el urbanismo, las NTICs…

De cualquier modo la interrelación entre los distintos agentes implicados cobra un papel preponderante, en algunos casos más significativo, en otros simplemente más evidente que hasta ahora. Se desarrollan situaciones y dispositivos de mediación, de colaboración, de hibridación, de co-creación, de experimentación entre profesionales y amateurs, entre productor*s y usuari*s, que en muchos casos son las mismas personas jugando distintos roles en cada fase del proceso-relación.

Y para que estas relaciones sean fructíferas para todas las partes implicadas es necesario crear las condiciones que favorezcan y estimulan el flujo de ideas, la imaginación, la creatividad y la innovación, que se transformen en valor colectivamente. Son necesarios i-cosistemas, entornos, lugares y programas para el encuentro y la colaboración, imbricados en comunidades locales y/o temática que los doten de lógica contextual. Espacios comunes y públicos (físicos y digitales), con zonas informales desde las que prestar atención a lo que surge de modo desordenado y espontáneo, para descubrir lo que sucede más allá de la norma y el dogma, donde se manifiesta la complejidad y se producen los mestizajes. Y programas que promuevan la complementariedad desde la diversidad, la autonomía desde la interdependencia.

En este sentido, los i-cosistemas basan su evolución en la densidad e interconexión entre agentes diversos en todos los ámbitos de la vida; para lo que hace falta propiciar, de modo equilibrado, factores ya tradicionales en los discursos actuales sobre la creatividad, como: Talento, Tolerancia y Tecnología (las 3T’s de Richard Florida); pero sobre todo, factores que afectan al desarrollo y enriquecimeinto del contexto -y de las personas antes que las infraestructuras-, como las 3C’s: Cantera, porque hay que poner las bases para favorecer la creatividad y el tomar la iniciativa; Cartera, porque si no se invierte no se innova; y Ciudadanía, porque son las personas en comunidad quienes deben auto-organizarse para afrontar los retos de futuro.

Se trata pues, de superar la idea elitista de ‘clase creativa’, avanzando hacia el empoderamiento de la ciudadanía, fomentando la diversificación y la mixtura a la vez que respetamos la especificidad y ponemos en valor el conocimiento y la experiencia concreta; instalando la creatividad en entornos especializados, pero también en lo cotidiano, en la sociedad en su conjunto. Ya que un territorio, sólo será creativo si lo es su ciudadanía.

Aquí van cuatro EJEMPLOS interesantes sobre distintas formas de mediación entre instituciones y sociedad civil y/o sobre la articulación de redes distribuidas de nodos creativos diseminados por un territorio, implicando a agentes culturales y a la ciudadanía: los Pontos do Cultura en Brasil, que de manera sobresaliente presentó Celio Turino en las IV Jornadas Kreanta de Ciudades Creativas (el vídeo merece la pena); el Centro Social Autogestionado LaTabacalera de Madrid, todo un i-cosistema en un edificio cedido mediante convenio con el Ministerio de Cultura; y aquí mismo, las Fabricas de Creación, impulsado por el Gobierno Vasco, que aglutina espacios, programas y agentes como ZAWP, Azala, Harrobia, AlfaArte, ColaBoraBora, Conexiones Improbables, Muelle3, Astra, L’Mono, ÚbiQa… y que se está configurando-formalizando en forma de red a través de la Asociación Karraskan; o el desgraciadamente desarticulado Proyecto Amarika en Araba, que no ha tenido continuidad por el nuevo equipo de Diputación, pero que nos sigue sirviendo como buena práctica de gestión ciudadana de recursos y programas culturales públicos.

Estos i-cosistemas pueden ser favorecidos por políticas públicas que contribuyan a un modelo de desarrollo comunitario cooperativo, sostenible y co-responsable entre la sociedad civil, la administración pública y los agentes privados. Deben entenderse como nuevos espacios de oportunidad, que para mantener sus necesarios valores y potencialidades democráticas, no pueden ser gestionados de modos institucionalizados y/o privatizados, sino que necesitan de nuevas formas instituyentes y autogestionadas.

Para ello es necesaria una ciudadanía más empoderada e implicada, que actúe menos por delegación. Pero sobre todo, es preciso avanzar hacia administraciones menos paternalistas, intervencionistas y burocráticas. Pensar en instituciones des-institucionalizadas, centradas en eligir y administrar (definir políticas y dotar recursos) y no en dirigir e implementar; haciendo de paraguas, sirviendo de catalizador, acompañando y facilitando; trabajando bajo el principio de subsidiaridad (que un asunto se resuelva con la participación directa y el reparto de competencias entre los agentes más cercanos, afectados y legitimados en cada caso).

Hay que buscar la convergencia de intereses y capacidades, de derechos y deberes que nos lleve a compartir competencias y no a delegarlas o externalizarlas, a fortalecer lo público y no esquilmarlo. Romper con los viejos intereses y con las inercias (del sistema y de nosotr*s mism*s), Quitarnos miedos y prejuicios, propiciando el reconocimiento mutuo y la colaboración, el diálogo y el contraste. Actuar con transparencia, cuidar mejor los procesos y fortalecer los vínculos. En definitiva, atrevernos a funcionar de otra manera, aunque a veces nos de vértigo.

Y en este juego de metamorfosis tienen un papel importante los partidos políticos -si es que quieren intentar recuperar la legitimidad y tener un papel relevante en este proceso-. Los partidos (todos) necesitan reinventar completamente sus estructuras y dinámicas de funcionamiento. ¿Refundarse o desaparecer? Cuando menos, bajarse del aparato, abrirse y acercarse con humildad a otros movimientos, a sus bases sociales y a la ciudadanía en general, para redefinirse de abajo a arriba. Porque la política, si no queremos que definitivamente desaparezca y se transforme en puro marketing y gestión estandarizada, debe despartidizarse, para volver a hacerse verdaderamente POLÍTICA.

Y para terminar, algunos links recientes relacionados: ‘Procomún y socialdemocracia’ de Antonio Gutiérrez Rubí (una reflexión en el marco otro foro socialista, la Fundación Ideas -a ver si se atreven a dar el salto al vacío y no se queda todo en una pirueta retórica-), ‘Adhócratas al poder’ de Bernardo Gutiérrez y ‘Ni de arriba abajo, ni de abajo arriba’ publicado en esta misma web.

Si esto te ha interesado y quieres profundizar en el debate, la cita es el lunes 2 de julio a las 16:30 en el Teatro Campos en Bilbao. Puedes apuntarte vía: info@publikoa.eu

No se si he hablado suficiente de CULTURA, espero que sí.