Trans-Naturalizar la Economía

Son muchos los visos que demuestran que hemos tocado un techo importante en el que la humanidad aparece en una trampa sin salida. Estamos frente a una serie de problemas sistémicos interconectados, consumiendo más allá de nuestros límites planetarios, con una agravante desigualdad socialmente insostenible y una cada vez más inestabilidad económica que todavía sigue anclada en un “más” y “mejor”. Es obvio y fundamental un rediseño y transformación de todo el sistema socio – económico.

Bajo este escenario se celebraron el pasado jueves, 9 de febrero, en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UPV en Sarriko (Bilbao) unas jornadas bajo el título “Crecimiento vs Decrecimiento” organizadas por Economistas sin Fronteras. La sesión pretendía poner a debate el actual sistema económico, basado en el crecimiento, y otros modelos alternativos como el decrecimiento o la economía ecológica.

Si bien el consenso entre los tres ponentes estaba asegurado en cuanto a una necesidad absoluta y urgente de un cambio, las propuestas variaban en el tipo de cambio más adecuado. Por el lado de la Economía Ecológica, Roberto Bermejo (Doctor en Economía y profesor de Economía Sostenible, UPV/EHU) alerta de un problema sistémico ante la imposibilidad de crecer de forma ilimitada haciendo alusión a los límites al crecimiento del Club de Roma ya en 1972 y a la escasez del petróleo, o más bien la dificultad humana de su extracción. Una situación para la que apunta hay dos soluciones, un colapso o una transformación. Critica a los poderes mundiales de su desacierto en hablar de “declouping” o desmaterialización del crecimiento que implica más PIB y más bienestar con menos contaminación y menos recursos, y cuestiona su posibilidad ya que con la misma cantidad de recursos y energía el PIB sólo puede aumentar si se crea más valor añadido. La crisis sistémica se acentúa con la visión antropocéntrica de los humanos que “somos señores de la biosfera” y a la base de nuestra felicidad en tener más poder y más bienes, para l*s que algun*s es una perjudicial obsesión “mentes enfermas con necesidades insaciables”. Su propuesta es clara: que el sistema adopte el modo de funcionar de los ecosistemas naturales, que requiere integrase dentro de los límites ambientales, de una evolución a partir de la maduración, de asegurar una diversidad, de una evolución biofísica vs crecimiento, de la primacía de la cooperación frente a la competencia, etc. Habla de la utilización del hidrógeno como combustible por su eficiencia y aplicación y del ejemplo de los ecosistemas industriales como el Parque Eco-Industrial en Kalundborg, Dinamarca, un escenario donde industria y comunidad local cooperan entre ellos en un esfuerzo por reducir los desechos y la polución; y compartir eficientemente los recursos de una forma sostenible. Lo que Bermejo nos plantea es la alianza indispensable entre economía y ecología, dos ciencias, que a pesar de tener la misma raíz “eco” (del griego «οίκος» oikos=”casa”), se les ha obligado a estar separadas a favor de una dominación de la primera por la segunda cuando en realidad es un subsistema del que depende.

Sin embargo llama la atención la escasa importancia a estos límites de la naturaleza que en la misma mesa hacía José Manuel García de la Cruz (profesor de Estructura Económica de la Universidad Autónoma de Madrid) para quien el crecimiento económico y el sistema capitalista, más que sufrir una brusca transformación, han de “reorientarse”. Muy a pesar de defender ese crecimiento y el bienestar que el sistema capitalista ha generado en algunas décadas, la situación no estaba para permitirse obviar la incapacidad del mismo para corregir el hambre mundial y las desigualdades, así como su benevolencia ante el poder financiero que ha creado un valor artificial de la economía, y a su vez de ese “crecimiento”. En sus propuestas sin embargo no soy capaz de reconocer esa reorientación ya que hablar de alivio de deuda, creación de empleo, orientación hacia las personas con capacidad económica (Brasil China, India), estabilidad del mercado nacional, competencia internacional, etc. son las medidas de tipo “cuello de botella” que el mismo sistema está llevando a cabo para hacer frente a la acuciante situación de crisis. Me pregunto si el mismo modelo económico capitalista que ha generado tal desestructura será capaz de resurgir de sus cenizas algo que sea provechoso para tod*s y no sólo para algun*s. El único punto verde de esta intervención estaba en un crecimiento basado en el impulso de nuevos sectores energéticos, medio ambientales y agro-alimentarios, algo que habría que revisar dentro de todas esta maraña de “empresas verdes” o “ciudades sostenibles” para comprobar que realmente se trata de una transformación y no un mero tinte de color de la economía.

La última intervención a cargo de Claudio Cattaneo (investigador del Institut de Ciencia i Tecnologia Ambientals (ICTA) de la Universidad Autónoma de Barcelona y militante “decrecentista”) se basó en una apuesta clara por el Decrecimiento económico socialmente sostenible. Claudio revisa y combate la crítica que los crecentistas hacen del decrecimiento por la que justifican que es posible crecer utilizando menos recursos naturales (decoupling), advirtiendo que tanto en términos como en absolutos el consumo de recursos es mayor al PIB. Se une a la corriente de nuevos indicadores substitutos del PIB como son el Index of Sustainable Economic Welfare (ISEW) que incluye, entre otros, los servicios del trabajo doméstico como “producción” y descuenta los costes asociados a la contaminación y la depreciación natural o el Happy Planet Index que combina impacto ambiental con bienestar. Unos indicadores que han de ir acompañados con una nueva visión de “largo plazo”, como una slow o green investment que se acople al ritmo de los ecosistemas naturales (ej: inversión en energías renovables a 50 años como indica Tim Jackson en su publicación “Prosperidad sin crecimiento”) más que a los cinco años estipulados por la estrategia empresarial. La estabilización del caos economía – recursos en el que estamos ha de incluir la ruptura con el dominio de ciertos valores sociales como son el individualismo, la competitividad y la ansiedad que permitan volver hacia economías de servicios personales y sociales o donde tengan cabida las formas de vivir no cuantificada, tal y como sugieren Marcel Gauss en “Ensayo sobre el Don” o Peter Koprotkin en “Mutual Aid: A Factor of Evolution”, dos obras imprescindibles que hablan no sólo de naturalizar sino de humanizar la economía.

Destacaría de este foro la determinación de enfrentar la corriente dominante con su alternativa, en principio, antagónica, así como la invitación a la moderación de la ponencia a Arturo Rodríguez Castellano, decano de la Facultad de Sarriko, facultad que espero le haya llegado la hora de despertar y comience a poner en valor e introduzca en sus programas otras alternativas a las enseñanzas meramente neoliberales si es que de verdad quiere formar a economistas que tenga una capacidad holística y crítica para resolver los problemas que a día de hoy ya nos acechan.

El foro reafirma la necesidad de un cambio tal y como apunta el último informe de la New Economics Foundation, “La Gran Transformación” , basado en la extensa obra del científico social y economista político húngaro Karl Polanyi, “The Great Transformation” publicada en 1944. Aunque centrado en el Reino Unido, es un buen documento que recoge toda una serie de soluciones aplicables a nivel mundial, identificando los sectores clave que deben transformarse así como las palancas de cambio para esa transición y bajo la perspectiva de que “Un futuro diferente no sólo es necesario, sino también es posible”.

Y es que este cambio se viene reclamando desde un buen número de movimientos y áreas diversas a lo largo y ancho del planeta, y en este sentido citar algunas con las que ColaBoraBora converge y se nutre por proximidad, identificación y manera de ver las cosas como son:

La economía solidaria
El procomún, lo común y su reactivación
La gobernanza descentralizada de las redes p2p
El decrecimiento
La economía del bien común
La ética hacker y el cooperativismo
La democracia inclusiva
..etc

El punto de partida está claro y muchos de estos movimientos se manifiestan desde perspectivas diversas en la misma línea de transformación del sistema, ahora queda ver, tal y cómo se comentó en el debate del foro, cómo comenzamos ésta tarea, cómo nos relacionamos, cómo interactuamos entre las diferentes islas, qué conclusiones sacamos de todo esto, qué es lo que opina la sociedad en general (empresas, instituciones, ciudadanía,..), cómo articulamos la acción, etc. Somos much*s y cada día más (ya en 1990 superamos a las ratas en número como mamífero).