Hoy he estado en Barcelona.
Las amigas de etceteres nos han invitado a un conversatorio junto a Conchi Piñeiro de Altekio, organizado desde la Dirección de Innovación Socioeconómica de Barcelona Activa, para generar relaciones y detectar oportunidades entre el equipo técnico de otras economías y el de ocupación laboral distribuido en los barrios.
En realidad no he estado en Barcelona, sino que aún estoy, porque la gente de Norwegian ha tenido el detalle de suspender inexplicadamente mi vuelo de vuelta (he de decir que el personal de tierra de la compañía ha tenido un trato de lo más diligente).
Así que sigo aquí, en plan no lugar. Me reubican en el vuelo de las 6:20 de la mañana. La verdad es que me sorprende lo bien que me lo he tomado. Y joder, hasta estoy “disfrutando” de la experiencia con el resto de grupito del vuelo cancelado: un profesor de innovación y economía de la EHU, una psquiatra infantil italiana residente en Andorra y un chaval de 19 años técnico de sonido y con dotes sobrenaturales para lo relacional.
Aprovechando esta especie de extraña deslocalización en la que me encuentro, voy a transcribir las notas que me había preparado a partir de las preguntas que se nos habían lanzado para la conversación y los apuntes que he tomado de lo que ha ido surgiendo durante la mañana.
¿Por qué hablamos de Otras Economías (OE)?
Porque el modelo económico hegemónico establecido está en un ocaso manierista que lo hace tan invivible como inviable. Si es que alguna vez lo tuvo, ya está claro que no tiene sentido más que para unos pocos. Es necesario dar el paso de la economía a la ecosinuestra.
¿Qué entendéis por Otras Economías?
Una amalgama de posibilidades, más o menos nuevas, alternativas, emergentes. Algo que aún está en beta, que entre todas debemos ir probando, mejorando, matizando.
Desde el cambio de valores e impactos -poniendo el foco en la justicia y las relaciones de poder, y en el centro a las personas y el entorno-, que proponen la Economía Social o Solidaria o la Economía Feminista, que nos está enseñando a pensar en la interdependencia entre lo productivo y reproductivo. Hasta modelos que repiensan las relaciones de producción, la cadena de valor o el ciclo material; como la Economía P2P o la Economía Directa, basadas en lo libre y abierto y la generación de procomunes; como las economías basadas en lo permacultural o lo RE-. O modelos que dialogan entre lo que hoy hay y lo que mañana nos gustaría que haya, como la Economía en Transición centrada en lo comunitario o la Economía del Bien Común.
Una caja de herramientas que aplicar de manera adaptada a distintas circunstancias y contextos.
Sabernos otras (en plural), un otras diverso.
La otredad frente a la norma.
¿Las OR nos sirven de marco para “otro desarrollo económico”?
¿Qué aportan las OE a la ocupación y la promoción socioeconómica?
Detectar la emergencia.
Espacio para el protoemprendimiento.
Nuevos yacimientos de oficios y actividades.
Cómos más colaborativos y distribuidos.
Poner de verdad la vida en el centro.
Nuevo espacio semántico en el que volver a pensar sobre palabras como empleo, trabajo, ocupación, inserción, ganarse la vida, vida activa, producción de valor…
¿Cómo pueden generarse alianzas desde las OE con las economías más convencionales?
Con mucho Hamor (dejarse habitar por el otro sin ser colonizada).
Desmontando las relaciones de dependencia y dominación.
Intentando superar prejuicios y convencionalismos.
Reconociendo el valor, lo positivo que puede haber en la otra parte.
Cambiando las reglas del juego, proponer nuevos tableros.
Adaptación, transferencia, transformación, entre lo que hay y lo que viene.
Detectar conjuntamente oportunidades.
¿Son las OE economías subsidiarias de esas economías más convencionales?
Como en la naturaleza, se dan relaciones de simbiosis, mutualismo o parasitismo. Se producen procesos de legitimización y deslegitimización, de inclusión y exclusión. Lo instituido trata de mantenerse, renovarse, adaptarse, para seguir prevaleciendo, evitar la decadencia. Lo establecido pretende que los cambios sucedan a través suyo, a su ritmo, a su medida. Por eso trata de situar a lo emergente de forma subsidiaria, para poder seguir marcando la agenda. Lo emergente reclama su espacio de oportunidad. Lo emergente puede negociar o convivir con lo establecido o simplemente comenzar a funcionar en una lógica otra.
¿Qué hace falta paras que las OE no sean residuales?
Sofisticación de la oferta y la demanda.
Por parte de la oferta:
Mejora de la gestión y del producto-servicio.
Diversificación (ampliar el espectro de actuación a todos los ámbitos de la vida y del sistema productivo).
Desarrollo o crecimiento según las propias lógicas otras.
Pedagogía y visualización a través de casos concretos (casos en los que otras personas puedan verse reconocidas y proyectarse).
Por parte de la demanda:
Concienciación.
Corresponsabilidad.
Mayor deseo de cambio (desde la primera persona)
Nueva subjetividad.
¿Hay que promover las OE? ¿Desde dónde?
Promoverlas desde lo público, lo privado y lo común.
Cada cual desde su lado y todas juntas.
Compra pública.
Mercado social.
Intermediación y acompañamiento.
Asegurar unas condiciones materiales mínimas.
Riesgos-inversiones compartidas.
Comunidades resilientes.
Imaginación política.
Ideas para terminar:
No queremos un empleo, QUEREMOS DIGNIDAD.
No queremos un sueldo, QUEREMOS DISTRIBUCIÓN DE PODER.
De derivar a ACOMPAÑAR.
Afrontar la complejidad desde los EQUIPOS MIXTOS Y LOS SABERES DIVERSOS.
Combinar currículum y ANTICURRICULUM.
El empoderamiento siempre es EN COLECTIVO.
De dispositivos de oferta (sobreproducidos y sobreprogramados) a dispositivos de ACOGIDA (más puertas de entrada y menos casillas). De dispositivos que esperan a que lleguen a dispositivos que VAN A BUSCAR. De itinerarios lineales a lo PROCESUAL ADAPTATIVO.
Bueno, me voy a la cama, que en 3 horas nos vienen a buscar.
¿Volaré?
Gabon!
P.D. Ya estoy en casa. En el trayecto, entre otras cosas, me ha dado para pensar en las diferencias entre derivar y DERIVAR. Derivar como enviar o redirigir. Y derivar como práctica situacionista que invita a experimentar la vida dejándose llevar por el momento, saliendo de la rutina, más allá de los itinerarios lógicos, sin plan preestablecido. E incluso más allá del tipo de acto en sí, pensar en cómo se produce la derivada, en un gradiente que puede ir del desentendimiento a la afectación ¿Qué tipo de deriva estamos promoviendo desde las AA.PP.? ¿Se ponen al servicio de las trabajadoras públicas las condiciones y herramientas para posibilitar procesos de deriva afectada? ¿Y de las personas destinatarias del servicio? ¿Estamos preparadas o dispuestas para ir a la deriva? ¿Vamos a seguir permitiendo dejarnos arrastrar por una tercera acepción de derivar, ir a la deriva, abocadas al abismo sin que se nos permita acceder al puente de mando?