Durante el confinamiento en primavera estuvimos involucradas en Frena La Curva. Toda una aventura que sirve como caso demostrativo de que juntas somos más fuertes. Que eso con lo que trabajamos en ColaBoraBora de la innovación ciudadana, las redes de confianza, las lógicas de código abierto y la generación de procomunes glocales, la colaboración entre agentes, ámbitos y territorios diversos, no solo funciona, sino que además cada vez tiene más sentido y es más necesario.
De entre las muchas iniciativas que se dieron en Frena La Curva, una de ellas y donde nosotras hemos estado más involucradas como parte del grupo motor, fue el Colaboratorio ¿Y SI NOS ENREDAMOS?, donde más de 150 agentes diversos (laboratorios, mediadoras, activistas, investigadoras… principalmente del ámbito estatal y latinoamericano), nos juntamos para pensar sobre cómo se podría articular el ecosistema de innovación ciudadana de una manera sostenida y sostenible.
Entre los días 27 y 30 de abril buscamos colectivamente respuestas a cuestiones como: ¿cómo impulsar la innovación ciudadana, extenderla, hacerla viable más allá de los momentos de emergencia? ¿cómo crear las condiciones propicias para que se convierta en un elemento clave en nuestra sociedad? Y lo hicimos a través de la recopilación de textos, encuentros online y la edición de pads colaborativos, alrededor de cinco ejes: 0) Marco común; 1) Relaciones entre agentes; 2) Recursos. Infraestructuras y herramientas; 3) Líneas de trabajo y proyectos; y 4) Interlocución e incidencia.
La verdad es que fue emocionante e increiblemente productivo. Muchas ideas, muchas inquietudes, muchas personas y organizaciones ya activas, mucho trabajo que viene de mucho tiempo atrás, se puso sobre la mesa, se entremezclaba y sumaba significado. Se detectaron potencias, necesidades, oportunidades. Se plantó una semilla que después, ya a un ritmo menos intensivo, se ha seguido cuidando, nutriendo, regando… El proceso de articulación se mantiene vivo, buscando una forma de organización corresponsable y distribuida desde la que reconocerse, visibilizarse, compartir recursos o poner la innovación ciudadana en la agenda política, con el fin de abordar colectivamente los complejos desafíos a los que nos enfrentamos en todos los ámbitos de la vida.
Ahora, como parte de ese proceso, se publica el informe final del colaboratorio, que además de todo el material ordenado sobre los diferentes ejes, incluye el marco conceptual y metodológico o los textos que sirvieron como caldo de cultivo. Un documento que es un relato colectivo y sirve como código fuente y hoja de ruta para seguir trabajando en la articulación colectiva del ecosistema de innovación ciudadana.
Y si quieres saber más sobre el colaboratorio, también puedes ver el vídeo de la mesa redonda sobre la presentación del proceso y los resultados en el Festival Frena La Curva, o revisar el artículo-manifiesto Ha llegado el momento de apoyar la innovación ciudadana que publicamos en junio.
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