Por @Ricardo_AMASTÉ
¿Podemos pensar en la sistematización y metodologización para el desarrollo de iniciativas de emprendizaje social, desde la perspectiva de lo común-libre-abierto y los modelos de organización, producción, distribución y consumo P2P? ¿Es posible extraer de la conjunción de experiencias y prácticas diversas alrededor de ColaBoraBora un procedimiento útil? ¿Cómo hacer que unas pautas comunes puedan ayudarnos a dar forma a nuestras ideas sin derivar en una peligrosa estandarización que no mate la diversidad, sino que la fomente? ¿Cómo abrimos nuestras iniciativas de una manera sostenible para todos los agentes implicados en su cadena de valor? ¿Tenemos suficientes ejemplos de referencia en ámbitos diversos que nos ayuden a dar el salto? ¿Qué es lo específico para lo abierto? ¿Y para lo libre? ¿Se pueden separar los valores de los procedimientos?… Estas son algunas de las preguntas que nos hacemos cuando pensamos en Opentzaileak y en su pertinencia.
Opentzaileak es por ahora sólo una inquietud derivada del tiempo que llevamos relacionándonos en la isla, donde hemos ido encontrándonos cosas entorno al procomún y aprendiendo colectivamente. Aquí va un rudimentario esquema:
Mucho de este conocimiento esta desperdigado, disgregado por proyectos y quizá podría ser interesante articularlo, paquetizarlo para que se perciba como un conjunto de herramientas, de procedimientos, de juegos, de ingredientes, de fichas prácticas. Crear una caja de herramientas, un recetario abierto, una guía de itinerarios…
Pero no sabemos si esta es una inquietud nuestra por la propia pulsión de hacer-producir y fascinación por lo metodológico o si es algo que pueda tener cierta pertinencia y utilidad real. Así que, lanzamos una pregunta más ¿Dedicamos algo de tiempo a pensar en Opentzaileak o mejor seguimos con nuestros pequeños experimentos, porque aun es demasiado pronto para que el magma que bulle en ColaBoraBora cristalice en algo cualitativo y diferencial?