Estamos en coma
Coincidiendo con que el Guggenheim celebra la renovación por otros veinte años de su contrato con esta ciudad para terminar de desarrollar su exitoso modelo de transformación socioeconómica basado en el Capitalismo Cognitivo; ahora cuando desde lo instituido se habla (chacharea) más que nunca de creación, creatividad, innovación y emprendimiento social; nosotras en ColaBoraBora parece que nos vemos abocadas a desaparecer.
–
Descargar aquí en pdf.
–
Hace algo más de un año, con cierta dosis de ironía y cándido entusiasmo, os anunciábamos que abandonábamos el Capitalismo. De AMASTÉ nos mudábamos a ColaBoraBora sin movernos de Bilbao. Lo que comenzó siendo un proyecto con forma de isla, pasaba a constituirse como el propio cuerpo de nuestra organización, a medio camino entre lo socio-político, lo artístico-cultural y lo económico-empresarial. Una apuesta por situarnos en el cruce de caminos y conectar realidades entre el procomún, lo distribuido (P2P), lo libre y abierto, los feminismos, la producción de subjetividades fronterizas y mutantes o la Economía Alternativa y Solidaria. Y hacerlo a través de la forma de una Cooperativa Pequeña de Iniciativa Social.
Ese salto ya lo dimos en un momento de precariedad e incertidumbre. Pero eso, en vez de una traba ha sido un acicate para profundizar en los deseos, depurar nuestra posición. Y en este tiempo nos hemos juntado con otras para impulsar el laboratorio de prácticas colaborativas WikiToki, donde ahora ColaBoraBora tiene su sede; mantenemos aventuras con muchas y diversas compañeras, que lentamente van cristalizando, como la plataforma de financiación colectiva GoteoEuskadi, el centro socio-cultural Sarean en el barrio de San Francisco de Bilbao, la asociación KARRASKAN dedicada a la innovación en cultura y la cultura de la innovación, o RedCOOP, una red estatal para impulsar el emprendimiento colectivo. También hemos hecho un ejercicio autocrítico de adaptación al marco y nos hemos reformulado para acercar algo más nuestras expectativas a lo posible. Así, hemos relajado un poco el tono poético-político para formularnos con una mayor orientación al servicio; para cuando nos pregunten por enésima vez: ‘Pero vosotras, en realidad ¿qué hacéis?’, responder que ‘Nos dedicamos a diseñar entornos y procesos colaborativos que ofrecen soluciones prácticas para afrontar retos, generando valor y retorno social’… ¡Casi nada!
Pero la realidad es que -por mucho ejercicio de adecuación resiliente al contexto que hemos intentado hacer, por mucho intento de ‘ser junco’, de be water my friend-, parece que hemos llegado a nuestro límite de resistencia. La semana pasada esperábamos recibir un balón de oxígeno y en vez de eso un tsunami asoló la isla. La playa quedó anegada, las palmeras partidas, las chabolas arrasadas y… ¡ESTAMOS EN COMA! (más…)